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¿La responsabilidad es solo mía?


La mayoría de los seres humanos por no decir que todas las personas necesitamos un vínculo directo con ecosistemas poco intervenidos por nuestra naturaleza humana, para recordar que hacemos parte del sistema y que de hecho somos naturaleza, que solo somos un eslabón en el ecosistema, que nuestro impacto es igual de importante que los demás.


Con este impacto en primera instancia nos sentimos algo culpables, realmente podemos sentir que nos odiamos como especie, aparece la rabia y al tiempo la consciencia de nuestro impacto.


Sin embargo, podemos usar esa rabia como catalizadora y movilizadora empezando por re - acomodar ciertas cosas que en principio podemos controlar más fácilmente, por ejemplo, nuestros hábitos cotidianos.



Y además de eso que pasaría si nos damos cuenta que como sujetos somos parte del problema y posible solución?


¿Que pasaría si nos damos cuenta que el problema va más allá del producto u objeto contaminante sino la forma en como sociedad y cultura normalizamos su uso?


¿Qué pasaría además si dejáramos de reducir el problema a los materiales u objetos o a los sujetos o individuos de una sociedad y empezamos también a ver cómo ha influido la dinámica política, económica, biológica, social, cultural y emocional por generaciones en la historia humana y en cada una de las personas que formamos parte?


La intención de esta pequeña reflexión es que quiero recordarte que, si has sentido que toda la responsabilidad de la crisis ambiental que estamos atravesando recae solo en ti como individuo, no es así… que tu y yo y quienes están cerca o lejos de ti somos parte del síntoma de una cultura que está herida y que necesita la ayuda de todos para aliviar y curar el problema, un problema de base formal, estructural y complejo del cual quizá nosotros no podamos ver profundos resultados.


Sin embargo somos parte de la perpetuación o reconstrucción de esa historia, todas las personas en diferentes posiciones sociales somos agentes activos, pero es muy importante ubicarse en el contexto de cada una, porque la realidad es que mientras unos están tratando de sobrevivir con cosas básicas de las necesidades vitales, otras personas pueden ayudar y en la medida que cuenten con mas privilegios se les otorga más responsabilidad y en consecuencia cada una desde donde pueda debe ejercer esa acción porque la realidad es que no todos estamos en la misma posición, la pregunta para todas es ¿que hacemos con los recursos que tenemos?


Quiero decirte que, aunque somos cada uno y cada una parte del problema también formamos parte de una posible solución como todas las personas y que toda la responsabilidad de años de explotación de esta dinámica colectiva no recae solamente en ti como consumidor, tenemos que recordar que somos una cadena.


Y que Reconocer y validar la rabia y la angustia es parte del proceso de darse cuenta que algo que nos importa y necesita transformación no solo individual, sino sobre todo colectiva y sistemática PORQUE, AUNQUE CREAMOS QUE SOMOS SUJETOS ATOMIZADOS NO LO SOMOS y que son emociones necesarias sentirlas, reconocerlas y hablarlas y más si estamos hablando del colapso de muchos procesos vitales del planeta, nuestra casa, nuestro mejor hogar, y que evidentemente la responsabilidad no es solo tuya, reconocer y pedir activamente que los gobiernos y las industrias hagan los cambios necesarios no imposibilita ni impide que cada uno y cada una pueda seguir haciendo lo que puede como sujeto activo de la cadena, es más el foco deja de estar solo en el consumidor para compartirse con todos los actores que estamos involucrados en esto que llamamos vida dentro de un planeta del cual formamos parte, el planeta tierra.




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